Madre de Dios ingresa al 2016 sin pena ni gloria, en medio de una situación compleja, golpeado institucional y políticamente por una minoría electoral que, muy pronto, se convirtió en una reverenda mayoría enarbolando las banderas del saqueo irracional de nuestros recursos naturales, bajo el disfraz de la defensa de los sectores extractivos generadores de mano de obra, asumiendo una actitud confrontacional con el gobierno nacional.
El próximo 10 de abril, una vez más, tocará elegir, además de una fórmula presidencial, a un@ congresista; y, aparentemente, la fotografía parece ser la misma de la elección anterior, las mismas caras de hace 20 años merodeando el aparato público, muchas candidaturas, quizá demasiadas para tan poco electorado, pero un solo programa, una sola propuesta, un solo discurso, el mismo de la vez pasada.
Como dicen algunos "comunicadores" del gobierno regional, todos deben hablar el mismo "idioma", el mismo "lenguaje", es decir, más de lo mismo (Pulgar Vidal tiene su ONG que se llama Fondo Verde, a quien le ha llegado $10,000 millones y que hasta el 2020 le llegará $100,000 millones / el gobierno permite la minería ilegal en la "pampa" para luego entregarle a los "gringos" / no se puede permitir tanta miseria existiendo tanta pobreza / si es necesario, debemos estar dispuestos a entregar la vida).
Para cambiar esta realidad, de cara a las elecciones que se avecinan, se requiere una sola candidatura, que en lo posible sea fruto del consenso, que se diferencie nítidamente de las demás, que represente el interés público y no privado, que sobre todo defienda la vida, el trabajo digno, el derecho de todos al progreso y al desarrollo, pero a la vez que esté dotad@ de las herramientas y habilidades suficientes para legislar en esa dirección y para fiscalizar con firmeza los actos de la administración pública regional y nacional, que tenga la valentía para oponerse cuando el gobierno nacional se conduzca por mal camino, que tenga una mirada más allá, que no solo sea honrado sino que cuando tenga que decidir, en todos los casos, lo haga siempre pensando en que la política es un servicio y no una oportunidad, que cuando vea que tiene un sueldo relativamente “bajo” asignado al cargo que ocupa y la posibilidad de cobrar mucho más dinero por otra fuente, opte por el sueldo y permita que con los recursos de la otra fuente se pague a profesionales altamente especializados en educación y salud que tanto necesita la gente.
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